¿Qué son las Constelaciones Familiares?
Las constelaciones familiares son un método fenomenológico con efecto terapéutico. La dificultad se expone a través de una imagen. El consultante elige representantes para los miembros de su familia y los ubica en un espacio. Los representantes no actúan, sino que sienten, percibiendo desde sus lugares lo esencial. Aquí se ve como la dificultad está en realidad conectada con algo más vasto, que proviene de enriedos con asuntos de otros miembros del sistema familiar. Y desde allí, con la guía del constelador se realiza un trabajo en un nivel diferente, en beneficio del sistema y del individuo.
¿Qué es lo que nos aportan?
Los individuos formamos parte de una fuerte conciencia de grupo a la que nos encontramos profundamente ligados, queramos o no, lo sepamos o no. Las constelaciones familiares o sus herramientas, ponen esto de manifiesto, mostrando en que momento de la historia de nuestra familia hemos quedados atrapados (aunque sean sucesos anteriores a nuestro nacimiento) o por quienes llevamos pesadas cargas o hemos de repetir sus destinos difíciles (aunque no los hayamos conocido).
¿Por qué las principales dificultades en nuestra vida obedecen a un enriedo sistémico?
Porque nuestra consciencia es compartida. El yo y nuestra función centralizadora del razonamiento, no pueden observar esta realidad de forma directa. Gran parte de nuestra consciencia y de nuestro interior, se comparte con otros seres humanos que pertenecen al sistema familiar, los hayamos conocido o no. De esta forma, como somos parte de un sistema familiar con una consciencia abarcadora, las cosas que suceden en él, sucesos y hechos, nos influyen. Lo peculiar de esta consciencia, es que funciona de forma sistémica y por lo tanto busca la compensación ante algún desequilibrio. Estos desequilibrios se generan cuando alguno de los miembros de la familia fue excluido por su comportamiento o cuando algo de gravedad afectó al sistema (masacres, guerras, violaciones, asesinatos, estafas, incesto, muerte temprana de hijos, abortos, etc.). Estos sucesos fueron tan difíciles, que es posible que la inmensidad de la información generada por estos hechos, fuera difícilmente absorvida por la consciencia de nuestros ancestros, generando dolores estancos, congelados, que luego nosotros manifestamos, aunque no nos sean exactamente “propios”. De esta forma los descendientes quedamos sintonizados con aquellos que sufrieron un destino difícil, con aquellos que no son reconocidos y fueron excluidos del grupo. A veces, una fuerza nos lleva a ocupar sus lugares y nuestro interior se sintoniza con emociones y sensaciones compartidas con quienes nos precedieron. Esto se debe a que la consciencia humana intenta identificarse para adquirir una forma y una identidad y lo hace a sobre la información circundante del entorno, y esto abarca tanto lo visible como lo que no lo es.
¿Cuál es el objetivo de este método en su aplicación concreta?
Este método no diferencia entre buenos y malos, busca integrar aquellas partes de la historia de la familia que están separadas o excluidas, porque precisamente aquellos aspectos excluidos son los que tienen el poder en nuestra vida, aunque permanezcan ocultos a nuestra conciencia habitual. Esto se deriva del hecho de existir diversos niveles en el Ser Humano, siendo uno de ellos una consciencia compartida con nuestro sistema familiar. La mayoría de las preguntas como ¿de donde proviene esta dificultad? ¿porqué estoy repitiendo esto otra vez? encuentran una respuesta cuando se observan las manifestaciones de la conciencia sistémica, que forma parte de nosotros de una forma absoluta pero invisible a nuestra percepción cotidiana. El método de las constelaciones familiares colabora para que las dinámicas ocultas de nuestra conciencia de grupo salgan a la luz, y de esta forma poder encontrar soluciones que devuelvan a cada uno su verdadero lugar dentro del sistema, posicionando al afectado en un lugar de fuerza.
¿Porqué los descendientes somos tomados por la fuerza del sistema familiar?
En todos nosotros, existe una profunda lealtad ciega, necesidad de inocencia y pertenencia al sistema familiar. Cuando no integramos nuestra conciencia de grupo a nuestra vida, se transforma en una lealtad invisible, que con los años nos llevará a perpetuarnos en nuestras propias dificultades y a ocupar el lugar de otros miembros del sistema que han sido excluidos u olvidados.
El profundo amor a nuestros padres, incluso para aquellos que se han alejado de su familia de origen, permanece siempre presente en la conciencia y moviliza en dos sentidos: en un sentido de amor ciego, que nos debilita y nos incapacita para la vida, y en un sentido de amor pleno, que nos permite tomar de nuestros padres todo lo que nos han dado, lo bueno y lo malo, honrar lo recibido y caminar hacia la propia vida con más fuerza, haciendo honra a nuestro origen.
Todas nuestras dificultades y enfermedades se encuentran al servicio de nuestra conciencia de grupo, y esto sucede porque no hemos aprendido a reconocer las manifestaciones de esta conciencia. Este método nos ayuda a reconocer sus efectos en nuestro interior, observar su importancia, darle su lugar correcto, para poder desplegar nuestro destino individual sin culpa y con fuerza. Nos permite también devolver las cargas que hemos llevado por otros, devolverle el lugar a aquel que fue excluido u olvidado y respetar a aquellos que sufrieron un destino dificil. Sólo ahí podemos respetar el propio lugar y el propio destino. Decir “Si” a todo aquello que sucedió tal como fue, nos desliga y nos impulsa a la vida con la fuerza de los ancestros. El “No” y el querer cambiar lo que ya sucedió con un anhelo infantil que continua esperando más de los padres (incluso aunque ellos hayan muerto), nos ata y nos mantiene ligados al pasado de nuestro sistema de una forma que no soluciona, que solo compensa.
¿Puedo dejar mi terapia o a mi médico por las Constelaciones Familiares?
Las constelaciones familiares no reemplazan a otros métodos. Son efectivas en la medida que el consultante pueda acompañar los procesos que este método despierta en él y en el sistema.
¿Quién es Bert Hellinger?
Bert Hellinger nació en una familia católica en Alemania en 1925. Vivió en la Alemania nazi durante su infancia y juventud, pagó el precio de la guerra en el frente, después en un campo de prisioneros y finalmente con la muerte de su hermano. En 1945, fue capturado y encarcelado en un campo aliado de prisioneros de guerra en Bélgica. Después de escaparse del campo, volvió a Alemania. Hellinger entró en una orden religiosa católica y se hizo sacerdote. Estudió filosofía, pedagogía y teología en la universidad de Würzburg como parte de sus estudios hacia el sacerdocio. A principios de los años 1950, fue enviado a Sudáfrica donde se le encomentó la tarea misionera con los zulúes. Hellinger vivió en Sudáfrica durante 16 años. Durante estos años sirvió como sacerdote de parroquia, profesor y, finalmente, como el director de una gran escuela para estudiantes africanos. Aprendió la lengua zulú con fluidez y participó en sus rituales. Más tarde dejó el sacerdocio, volvió a Alemania y se casó. Estudió psicoanálisis, terapia primal, análisis transaccional, etc. Desarrolló el método de constelaciones familiares, y observó el funcionamiento de órdenes arcaicos que rigen a los sistemas familiares (a los que él denominó “órdenes del amor”) y estos son: la pertenencia, la jerarquía, la vinculación, la prioridad y el equilibrio entre el dar y el recibir. Con la pertenencia por ejemplo, observó que también pertenecen al sistema los que murieron tempranamente, nuestras parejas anteriores, la de los padres y de nuestros abuelos, los amantes, los hijos abortados y aquellos que por ejemplo, sin ser parte del sistema quedaron vinculados a través de un asesinato o de una estafa. Que sean parte del sistema, significa que cuando se excluye a estas personas por el dolor que causaron sus actos o su destino a los demás miembros de la familia, luego los descendientes nos enredamos de manera inconsciente con sus asuntos y esto trae consecuencias en nuestra vida y desarrollamos síntomas o dificultades diversas. Esto sucede por la necesidad del sistema familiar de compensar esta exclusión. Todo esto pone de manifiesto que estamos compartiendo una misma consciencia con nuestros ancestros, nos implicamos con sus destinos, sensaciones y emociones, repetimos fechas, expiamos culpas ajenas y muchas veces ocupamos un lugar que no es el que nos corresponde. A Bert Hellinger le debemos gracias a su amplia formación, el haber desarrollado este método y muchas observaciones con las cuales todos los consteladores trabajamos día a día.